Andreu Martró (1941- 2012), era hijo de labrador. Nació en 1941 en Sant Quintí de Mediona y murió el 19 de febrero de 2012 en Terrassa.
Esta primera y arraigada vivencia con la tierra marcará toda su obra posterior y será uno de los tres pilares, junto con la familia y el entorno sociocultural, sobre los que asentará el planteamiento general de su producción plástica. Esta identificación primordial e irrenunciable con la tierra queda constantemente reflejada en sus cuadros, ya sea a través del color, de las formas o de las texturas.
Las circunstancias familiares y sociales difíciles -propias de la posguerra- lo llevan a trasladarse a Barcelona, solo, con tan sólo trece años. Hasta los diecinueve, su será una constante tentativa para abrirse camino, para ir definiendo sus propios intereses y para ir desbrozando, dentro de la relación humana, aquellas amistades que más le ayudarán a conocerse.
Martró ya despuntó desde pequeño en el gusto por el dibujo. Esto fue definiendo y, después de otras tentativas en el terreno artístico, ingresó en Palco a diecinueve años, con unos conocimientos previos bastante consistentes.
Los cursos en la escuela de Palco tenían un régimen abierto, y la falta de un programa concreto posibilitaba el desarrollo libre de los alumnos. Allí el equipo formado por Llucià Navarro, Oriol Muntaner, el escultor Tomás Bel y el historiador Josep Maria Garrut, con su trato humano, estimulaban el alumno y el dejaban aprender. Interesado, pero, en obtener una formación más completa ingresó en Bellas Artes, sin dejar las posibilidades que le ofrecía Llotja.La diferencia entre ambas escuelas – Bellas Artes más rigurosa y Palco con un ambiente más distendido, casi familiar- dieron al aprendizaje de Andreu Martri una visión muy amplia. A partir de 1965, se dedicará profesionalmente a la enseñanza de la expresión plástica.
Desde 1971 a 2002 fue profesor de procedimientos pictóricos y técnicas murales al primero de estos centros. Hasta su muerte residió y trabajó en Barcelona y Sant Quirze del Vallès.
Desde 1972 hizo ochenta exposiciones individuales en ciudades de los Países Catalanes (Barcelona, Sitges, Valls, Lleida, Tortosa, Vic, Reus, Girona, Tortosa, Tarragona, Alicante, Andorra, etc.) de España (Madrid , Santiago de Compostela, etc.) y Europa (Düren, Alemania), y participó en más de cuatrocientas exposiciones colectivas en todo el mundo.
Aparte de la pintura, cultivó también con asiduidad el grabado y el mural, y en este género cabe mencionar los frescos para los laterales del presbiterio del santuario de la Misericordia de Reus en 2001.
La obra de Martró tiene como motivo casi exclusivo la figura humana, muy especialmente el rostro femenino, a través del cual busca transmitir un equilibrio entre emoción y serenidad, una serena inquietud.
Es representada en numerosas colecciones privadas y también en museos, entre los que cabe mencionar el Museo del FC Barcelona, el Museo de Arte Moderno de Reus, el Museo de Arte Moderno de Cataluña, el Museo Francisco Gil de Salamanca o el Museo Abelló de Mollet, y también en instituciones diversas (diputaciones de Barcelona y Lleida, Instituto de Estudios Ilerdencs, Ayuntamiento de Molins de Rei, etc.).
Obtuvo numerosos premios hasta el 1978, que dejó de participar en concursos: premio Eugeni d’Ors de Pintura Joven (1967), premio Figura de la Agrupación de Acuarelistas de Cataluña (1973), Primer Premio Nacional Miguel Carbonell (1973 ), Primer Tomeu Buades (1975), Premio de la Feria Internacional de Dibujo de Barcelona (1978). Posteriormente, obtuvo la Mención de Honor (2006) y el primer premio (2007) del Premio de Pintura de Pequeño Formato, Autocugat, de Sant Cugat del Vallès.
Andreu Martró, falleció el 20 de febrero del 2012.
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