Conocido principalmente por su pintura religiosa y muy especialmente por sus numerosas versiones del tema de la Inmaculada, Antolínez cultivó todos los géneros, a excepción quizá del bodegón, y consta que fue muy estimado por sus retratos y paisajes, para los que según Palomino tuvo «gran genio», haciéndolos con «extremado primor». Más elocuente, José García Hidalgo en sus Principios para estudiar el nobilísimo y real arte de la pintura, le llamó «segundo Tiziano en los países y en los retratos». Únicamente practicó la pintura al óleo y sobre lienzo, tratando con desdén a los pintores de «paramentos», como Palomino asegura que llamaba a quienes pintaban al fresco y al temple. Según una conocida anécdota narrada por el cordobés, su antiguo maestro, Francisco Rizi, con el fin de bajarle los humos, le ordenó en una ocasión acudir a trabajar en los decorados para las comedias que se celebraban en el palacio del Buen Retiro, saliendo desairado del lance al comprobarse su impericia.
lunes, 20 de marzo de 2023
José Antolínez
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario